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El Asado Milenario

Blog Tehuelche - El Asado Milenario

El asado

Investigando un poco en los orígenes de la costumbre, gusto o placer de comer asado, encontré que en el Paleolítico, el Homo Habilis (2,33 millones de años) fue el que por un cambio obligado de hábitat hacia la estepa, comenzó a comer carne cruda como alimento principal.

Luego, su sucesor, el Homo Ergaster (1,8 millones de años) fue el primero que uso el fuego, pero esta afirmación está muy discutida y muchos investigadores lo niegan. Donde si hay acuerdo es en el descubrimiento de los primeros fuegos controlados y deliberados, que fueron hallados en Gesher Benot Yakov, Israel y datan de 790.000 años. Pertenecían al Homo Erectus.

Pero, ¿que son 1.010.000 años de diferencia para lo que les quiero contar?

También hay mucha controversia con la antigüedad de las primeras vasijas de barro. La mayoría de las descubiertas datan de entre 10000 y 7000 años, aunque otros dicen que los Neandertales ya las usaban hace 70.000 años.

Pero, ¿que son 60.000 o 63.000 años de diferencia?

Lo importante que les quiero hacer ver es que, como mínimo, ya comían asado a la llama o a las brasas hace 790.000 años, y SOLO!!! 70.000 años que alguien puede hacer un guiso!!!

Los guisos y otras comidas hechas en recipientes sobre fuego se inventaron 720.000 años después que el ASADO!!!

Las vasijas y esta nueva forma de cocinar evolucionaron muchísimo hasta nuestros días y cambiaron físicamente al ser humano, adaptando nuestros cuerpos a la nueva realidad alimentaria y también mentalmente adhiriendo a modos y formas distintas de comer así como a dietas y opciones (macrobiótica, vegetariana, vegana, mediterránea, etc.).

Por supuesto que la modernización de la forma de cocinar trajo aparejadas muchas satisfacciones a los cocineros y comensales. Tener a mano y conocer las técnicas de la cocina de vanguardia, poder verla y hasta a veces disfrutarla, nos hace estar seguros de nuestra evolución como seres humanos, por lo menos en la cocina (jaja).

El asado fue por lo tanto, durante miles de años la única forma conocida de cocinar. Estoy seguro que los hombres primitivos, que tenían más tiempo que nosotros, se esmeraban al cocer sus presas, arrimando o separando la carne del fuego para conseguir el punto perfecto.

Cuando alguien hace un asado, ya sea familiar o para clientes, esta frente a una oportunidad única de ser artífice y partícipe de la felicidad de otras personas.

Es un placer manejar el fuego con sus coloridas llamas, esperar las rojas brasas y cocer perfectamente la carne para hacer de cada trozo o corte que sale de la parrilla una obra de arte irrepetible. Una obra de arte efímera pensada y cuidada para satisfacer a cada comensal o invitado respetando su gusto y punto de cocción favorito.

El humo caprichoso eleva el olor tentador de la carne asada y envuelve al parrillero que a pesar del calor permanece con la mirada atenta, igual que lo hacían hace 790.000 años. El solo quiere conseguir que su comida apasione a los paladares.

Esta herencia milenaria es la que tenemos los que disfrutamos cocinando carne a las brasas.

Asar es un acto de entrega hacia los demás.

Un aplauso para los asadores…

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Walter Gaydou

Propietario y parrillero del restaurante Tehuelche Grill Argentino, disfruta no solo de trabajar en la parrilla sino también de escribir reflexiones que puedan ayudar a que este mundo sea mejor.

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